martes, 1 de octubre de 2013

Engranes



Caminé por las calles del centro tomada de tu mano.
Vi muchas personas que me hubiera gustado no ver.
Iba pensando en que te irás, y ni sé bien a donde.
Admito, sí, que existió temor en mí.
Y me limité a abrazarte.
Si pudiera yo, me iría contigo.
Si pudiera yo, me metería en ti.
Es que ya no quiero que nadie más me jale
por estas calles que nos sabemos no sé si de memoria,
y me lleve de arriba a abajo, y me bese la mano.
Nadie más. No, nadie más que tú. Si, nadie que no seas tú.
Porque te tengo en mis ojos de la misma manera
en la que tú tienes ese lunar entre los ojos.
He querido gritar: ¡Llévame contigo!,
y luego comerme tus piernas para que no te puedas ir.
Estamos o estoy en este punto tan crucial en la historia
en la que la decisión más sensata es 
la de no tomar ninguna otra decisión.
Aún así, sospecho que la sensatez 
no es lo tuyo y tampoco lo mío. 
Noté una noche que parece que tu cuerpo y mi cuerpo 
embonan como engranes, 
así como si tú fueras para mí y yo (en consecuencia) para ti.


Aura Diez

1 comentario:

  1. Realmente, deberías seguir haciendo vídeos, no basta solo leerte, es necesario verte y escucharte please :* sigue adelante y espero que publiquen tu libro besos, de Venezuela

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