El Plan Perfecto

No me hablen de la perfección, 

porque yo pensaba que no existía.

Realidad dicta: No existe. 

Estoy reflejada en el coraje del mar... 

quiero darme lo que nadie me ha dado.

No me importa si lo merezco, si te merezco, si nos lloramos.

Siempre hablo de llorar, 

pero es tu culpa pues me recuerdas algo que no recuerdo.

Yo no te estoy haciendo nada que no me estés haciendo tú.

Así nos funciona, fresco.

Ya no se me da eso de hacer planes, 

pero tú prefieres que yo del dinero, 

pero tú prefieres que me quede contigo mientras sueñas que te comen los lobos. 

Ya no se me da eso de decirle palabras al amor.

Este miedo que tenemos es del bueno, 

al final del día ya nos hemos comido el mundo.

Tu madre tiene razón, jamás podremos cumplir las metas que hoy tenemos, pero tú y yo sabemos que encontramos algo mejor.

Aura Diez

Mi tema de conversación

¿De qué se supone que escriba?

¿De la diferencia de hacer las cosas mal, y hacer cosas malas?

¿De cómo nos enrroñamos de una apocalipsis que no llegará?

Qué pena que habiendo pasado tantas cosas,

yo no tenga nada que decir.

... retiro lo dicho.

Quiero gritar que me escapé de la jaula

que con los años se vuelve más y más chica.

Quiero contarles de la depresión imaginaria

en la que vivimos ahogados, con miedo.

Quiero llorar para poder decir: "Amo a mi madre." 

y luego ponerme a recordar los mejores días de mi vida,

y el mejor fue el que ella me dio para nacer.

Es inútil pensar en repartir caricias,

no puedo reclamar a la vida.

alguien me impide crecer,

yo crezco tan rápido.

No quiero quejarme una vez más,

mientras yo no puedo prometer algo al futuro.

Qué ironía. Siempre está ahí la ironía.

Dicen que me volví fría,

pero obviamente son las secuelas de mi vacío existencial.

Prefiero no hablar.

Aura Diez

LA GRAN CAÍDA

Veintidós de Diciembre: estoy agotada.

Succiono fuerzas para realzarme de una tal Mayra que yo ni conozco.

Pero que en mi mente, nos conocemos muy bien.

No estoy lista para que el año termine.

No quiero estar pensando en quedarme,

no ahora que es la llegada de la chica melocotón

y yo no tengo armas para defenderme.

Veintidós de Diciembre todavía, apenas mediodía.

Mis poderes psíquicos me hablan,

me dicen cosas que pretendo no darme por enterada,

no los escucho... de nuevo.

Corro y brinco por las azoteas de las casas de mi cuadra,

me tropiezo, me pongo de pie, tomo mis pertenencias,

sonrío, comienzo a correr de nuevo, brinco,

doy dos volteretas mortales en el aire,

caigo en pose de gimnasta olímpica,

corro, corro, corro, corro, y...

caigo al infinito concreto que nunca termina,

interminablemente caigo,

pasan los días, y sigo cayendo

23, 24, 25, 26 de Diciembre, 

pasan los meses y años y siglos,

imposible morir, imposible dejar de caer.

Aura Diez

El repetitivo saboteo que nunca termina:

No sé si es una confabulación en mi contra,

las nubes prometieron quedarse anoche a cuidarme,

era mentira.

Tengo miedo en la ciudad y en todo el cuerpo,

lo sospeché desde un principio,

por lo tanto debo saberme en el mejor de mis días bonitos.

Debo saberme tapándole los ojos al panorama maternal.

No es culpa de los de la radio la represión,

es cosa mía y son las ideas que adopté desde la fugitiva.

Estoy por instinto haciendo las cosas mal.

Ya no lloro.

Ya no avanzo.

Ya no creo.

Ya no me rasco la espalda con las uñas del otoño,

y eso es una crisis de estado.

Busco que toda mi gente caiga conmigo.

No es que necesite verles fallar,

es que no me gusta caer sola...

Anoche descalabré a los presentimientos

y me fui a buscar el frío bajo las rocas.

Aura Diez

La Planta

No es como si estuviera esperando el día en que me explote la cabeza.

No es como si quisiera arrancarme los dedos con los dientes.

No es como si necesitara ayuda.

Soy la representación humana de la infancia típicamente corrompida.

Soy la chingada.

¡Oigan, no soy yo la adicta!

Yo soy la planta que verde crece, 

que te postra en la cama king size de Dios, allá, en la nube más alta.

¡Siempre son los demás, oigan, siempre son los adolescentes, 

los viajeros, los artistas y los pensantes filósofos!

Pues es que hay días en los que solo existo en  mi mente vulnerable.

Y esos días solamente soy yo, convertida en la ilusión óptica

que ha resultado ser el bienestar.

Por favor, no esperen nada más de mí.

Todo lo que puedo ofrecer lo he ofrecido, se lo han follado, 

se lo han inyectado, y en el más común de los casos 

lo han enrollado en el ala de la mariposa risueña,

mientras yo hablaba de los meses como si no fueran importantes.

Nadie me quiere cuando recaigo.

Aura Diez