lunes, 11 de febrero de 2013

LA CIUDAD DE LA FURIA



"Me dejarás dormir al amanecer entre tus piernas, entre tus piernas"

Su manera de tocarme, 
su lengua, 
sus manos, 
sus mordiditas.
Su voz diciéndome 
“quiero escucharte, quiero escucharte”.
Y yo ronroneando, 
y sintiendo sus latidos como míos.
Haciéndonos una misma en el éxtasis de la noche.
Explotando yo, 
explotando ella.
Estábamos sintiéndonos como nunca.
Y yo haciéndola temblar con mi lengua.
Ella con sus gemidos 
y su respiración sin ritmo.
Yo ahí apretando sus piernas 
y mordiéndolas.
Y mordiéndole las nalgas, 
la espalda, 
el vientre.
Jugando con sus senos que me encantan.
Besándole el cuello.
Ella haciéndome cosquillas 
y yo riéndome como nunca.
Nos fuimos a la ciudad de la furia.
Bailé con mi cuerpo sobre el suyo 
y ella me hacía sudar 
y retorcerme solo usando sus manos.
Disfruté de su sonrisa vertical.
Su corazón sigue clavado en mi espalda.
Me acariciaba suavecito como si fuera yo a romperme.
Y escurríamos en un placer que parecía interminable.
Nos paseamos por toda la cama, 
sin duda alguna, 
fui tan feliz que lloré por dentro como nunca había llorado.
No quise separarme de ella nunca más, 
y ella me decía “cásate conmigo”, 
me encanta que me diga eso. 
Simplemente me encanta.
Esta mujer es mi más grande debilidad.
Me quema 
y me consume todo el cuerpo 
en una fiebre que ella misma me contagia.
Hace que me pierda en sus caderas, 
y me hace serlo todo y nada…
Pero, tenía que irme.
Aunque ni una pinche fibra de mi cuerpo quisiera hacerlo.
Tenía que irme de igual manera.

Aura Diez 

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