Es tan difícil.
Imagino que te tengo aquí, como antes,
y mis
manos se vuelven las tuyas.
No hay placer en extrañarte como lo hago,
no hay placer mi
cielo, duele hasta el llanto.
No sé cómo te explico que no estoy bien sin ti.
No puedo ser fuerte por las dos,
porque duele más de lo que
puedo soportar,
y te juro que voy a colapsar.
No puedo ser fuerte por ti,
y tú
no puedes reclamarme que me extrañas
como si la culpa fuera mía.
Te podré escribir mil
poesías
y no cambiaría esta ausencia tuya y mía.
Pero sigue mi amor,
sigue y sonríe porque yo no puedo
rendirme
si tú eres la meta final.
Déjate caer que yo estoy aquí,
justo tras de ti para ti.
No puedo ser fuerte por las dos porque me duele.
No sé qué tan buena idea sea confesarte
que lloro todos los
días,
no sé si deba.
Pero no tengo motivos para no llorar.
Admito que te echo
de menos,
admito que soy vulnerable,
y lo admito aunque admitirlo
me haga
ponerme a llorar.
Yo creo que sabes muy bien que te amo.
No me culpes por
dolerte,
te lo suplico… no me culpes.
Te he dado todo de mí,
te doy incluso estas ganas de no
tener ganas de nada.
Y bueno, no es que se me caiga el mundo. ¿O sí?
Tengo miedo al encuentro de emociones desconocidas.
Tengo
miedo a las noches sin ti.
Tengo miedo a destruirnos la historia.
Escribiendo estas líneas
te revivo.
Para eso, tuve que matarte primero
y esa es la parte que no
me gusta.
Te has mudado a mi mente
y das vueltas en ella todo el día
y
no me dejas dormir,
y no mi amor, no puedo mentirte, sin ti,
te juro que no hay
nada.
Después de ti, te juro que no hay después.
Ya te dije que estamos juntas en esto, ya te lo dije,
y me
dices que te duele, y a mí también me duele,
y me dices que lo sabes, y me
lastimas amor,
me lastimas mucho.
Méteme en tu cuerpo
y ya no me dejes salir nunca más,
y deja
que pase el tiempo
y yo me quede en tu interior siendo parte de ti,
y tú
incluso olvides que sigo ahí.
Te amo.
Me debería dejarme de estas poesías
y solo decirte
esto todo el tiempo,
todo el maldito tiempo.
Te amo.
Pero me da miedo gastarme los te amo,
y que luego no
tengan el valor de lo que te amo.
Deberían de caerse mis manos
para dejarte de escribir de una
buena vez.
Quisiera gritar tu nombre.
Quisiera que entendieras que no
puede dolerme,
porque tengo que ser fuerte por las dos.
Que hermoso yo quisiera tener una fortaleza :s
ResponderEliminarduele tenerla, pero al final vale la pena.
ResponderEliminar