domingo, 18 de septiembre de 2011

MALDITA SEA

No lo noté hasta que te vi a los ojos.


Una especie de electricidad recorrió mi cuerpo haciendo sobresaltar mi corazón.
Por un momento me dio una ligera y casi imperceptible ligera razón para sonreír.
Juro por Dios que lo hacías para llamar mi atención. 
Luego, te diste cuenta de algo estúpido y te fuiste.
Te quiero conmigo.
Me recuerdas al mar. Al cielo.
Me recuerdas mi niñez. Mi futuro.
Me recuerdas todo y me haces olvidar lo más importante.
Sonrieme por favor.
Eriza mi piel e intenta besarme.
Demuéstrame que sí puedo ser feliz.
Hazme creer que lo que digan de mí no importa si estamos juntos.
Vete.
Me haces ser egoísta. TONTA.
Me haces ser cruel. Me haces ser normal.
Me haces odiarme y amarte a ti.


¿Por qué no?
Digo, tu no tienes NADA que perder.
Yo sí. Y ni siquiera estoy segura de perder TODO por ti.
Entonces, dame esa seguridad que me falta. 
Obligame a hacerlo, solo si esto es real; solo si eres real.


Aunque no se a que estoy jugando. Se que no fue, ni es, ni será real nunca

No hay comentarios:

Publicar un comentario